Viviendas autosuficientes


Autosuficiencia energética, la independencia energética sin condiciones

La autosuficiencia energética, una vida libre de contratos con compañías eléctricas, una idea muy atractiva para muchos usuarios de estas compañías que nos proveen de los suministros básicos: electricidad y gas.

La política seguida por los últimos gobiernos fomenta el uso del gas y limita el uso de las energías renovables, fortaleciendo las grandes empresas del sector energético, debilitando nuestra economía y generando una pérdida de competitividad que asumimos todos nosotros, los ciudadanos españoles.

El camino de las energías renovables hacia un sistema social de autoproducción de energía es lento pero imparable, pese al oligopolio al que nos somete un Estado hipotecado a un interés que no es el general, sino el de unos pocos que controlan con mano de hierro un recurso indispensable para todos: la energía.

Como ejemplo de esta posibilidad, tenemos la instalación de una vivienda ubicada en una zona sin acceso a la red pública eléctrica, en la que se tenían que mantener los siguientes receptores:

  • Iluminación interior y exterior
  • Grupo de presión para suministro de agua
  • Televisión
  • Frigorífico
  • Pequeños electrodomésticos
  • Pequeños consumos (alarma, móviles, radio, etc.)

Se dotó a la vivienda con una instalación fotovoltaica hibridada con un pequeño aerogenerador de mini-eólica, reguladores de carga, inversor-cargador , baterías estacionarias, un monitor de baterías y contador de energía activa.

Se tuvo especial cuidado con la elección e instalación de las baterías, ya que son unos elementos caros y muy sensibles a un uso inadecuado, lo que puede acortarles mucho su vida útil.

La instalación cuenta con un generador de gasolina de apoyo, que en este caso, no ha hecho falta arrancar nunca, dado que el consumo se ha mantenido dentro de las previsiones iniciales.

Se instaló un dispositivo manual que permite utilizar el generador cuando se van a realizar tareas que requieren un elevado consumo, tales como riego mediante bomba eléctrica, uso de radiales u otras herramientas de uso esporádico.

Se consigue que no falte nunca el suministro eléctrico en la vivienda, hasta el punto que sus usuarios, que pasan en ellas días enteros seguidos, consuman más electricidad de la prevista inicialmente.